lunes, 20 de junio de 2011

Suave como la piel de conejo, fuerte como el jaguar

Así comienza la historia del cazador y su preza... De la conejo y el jaguar... Cada uno fiel a su estilo deseando ser comido...

Esa piel de conejo tersa, suave, deliciosa... La preferida del guerrero jaguar... Se escondía, mostrandose al guerrero, volviendolo loco, haciendole desear... Coqueta, altanera... Con sus piernas bien plantadas, zapatillas, en la espalda la vía lactea, estrellas que embriagaban... Su piel rosada, labios carmesi... Un deleite total... Adrenalina, y respiración agitada...

El cauto... La mejor fragancia, el mejor traje, pulcritud... Su corbata, la actitud de te voy hacer el amor como nunca... El deseo de poseerla ya...

Zagas la tomo por sororesa... La abrazo por la espalda... Tocando su nuca, besando su espalda... Rosando sus senos... Arrancando el corsed... El inmenso placer de desnudarla... Admirarla... El sabor de su piel de miel salada... Perderse en sus ojos... Volar a marte... Cual tango, se insitan a no parar, lujuria y clase, pasion y modales, un baile en el que dos hacen un solo cuerpo...

Tu rubor y el palpitar de mi corazón... Dejando a los cuerpos hablar... El magnifico sonido del amor, la orquesta de la pasión...

La coneja, seductora... El jaguar, cazador...

Los dos para la eternidad...

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